Desde los tiempos más lejanos se han utilizado los precintos de seguridad en el cierre de los paquetes, valijas, cajas y otros contenedores, para poder revelar al destinatario posibles violaciones o substituciones parciales o totales de los sellos de seguridad. Los primeros precintos de seguridad de los cuales tenemos noticias, eran de tipo adherente, como por ejemplo las cintas adhesivas y más tarde las ceras, que tenían unidos con una cinta o lazo la parte móvil de la parte fija del contenedor.
Las características del precinto de seguridad derivaban de la impresión del escudo o logo de quien enviaba el paquete, en el material plástico adhesivo. La validez del control por parte del destinatario, dependía de la capacidad de reconocer el escudo impreso como auténtico. También ahora se utiliza este método para los precintos de seguridad destinados a salvar la integridad de cosas de menor riesgo, como por ejemplo un bote de mermelada cuya tapa de rosca forma solo un cuerpo con el bote debido a una cinta de papel con el logotipo del fabricante, encolada en las dos partes. Desgraciadamente este método se utiliza todavía por los investigadores, en los lugares donde se ha producido un crimen.
Posteriormente, por su adaptabilidad se empieza a utilizar una pieza de plomo en la cual se imprimía el logo de origen. Verificar los precintos de seguridad por parte del destinatario dependía de la capacidad de reconocer el logo. En la fase siguiente del desarrollo técnico del precinto de seguridad se introduce, al lado del logo con la marca del remitente/productor, una numeración en cifras que indicada en la guía o documento de transporte, permitía al destinatario verificar si el número de matrícula del precinto correspondía con el instalado por el remitente.
(La evolución de la unión logo/matrícula, nos ha traído una serie de ventajas, pero en la práctica se ha atenuado su uso, donde queriendo equivocadamente disminuir los costes, a menudo eliminan el logo, usando precintos de seguridad anónimos, con sólo la numeración.) La nomenclatura de los precintos de seguridad en nuestros días es la siguiente:
El viejo sistema del plomo que se apretaba y se precintaba, se ha substituido por el elemento de cierre irreversible, formado por un cuerpo, de diversas formas y medidas, donde se imprime el logo.
En los precintos de seguridad de plástico, formando una sola pieza, existe una etiqueta con la matrícula y con los números en relieve, siendo de esta manera más fiable y menos reproducible.
La línea de aplicación de los precintos de seguridad puede ser móvil, separado o integrado, realizado con el mismo molde de producción, tanto si es de plástico como metálico.
Por lo tanto, la diferencia entre plomos con logo grabado y precintos de seguridad personalizados y numerados consiste en el hecho que, mientras que el plomo nos da sólo una información genérica sobre la identidad de quien lo ha puesto, el precinto permite además verificar si este es justamente el previsto, si su matrícula coincide con la de los documentos.
Las ultimas adecuaciones de los precintos de seguridad con matrícula, permiten verificar con medios más sofisticados y fiables (no sólo el control visual), que el precinto colocado es el original y no una astuta reproducción. Y para esta finalidad nos ayudará la tecnología electrónica, que nos permite comparar la matrícula contenida en una serie de datos introducidos por el remitente en el cuerpo del precinto de seguridad con la de un lector (o llave virtual de comparación) que posee el destinatario, a la cual se le habrán suministrado los datos por internet.
